Disciplina es hacer lo que tengas que hacer para cumplir tus metas con integridad (esta es una palabra super importante) para lograr tus metas, no importando si tengas ganas o no, ni como este el clima.
La vida es básicamente un proceso de acumular conocimientos y aprender a aplicar esos conocimientos en el mundo de la vida y los negocios, pero al igual que con todo lo recién aprendido, debemos aprender a usar lo que hemos aprendido. Mejor que el conocimiento, es el conocimiento aplicado, y una vez que hayamos aplicado nuestros conocimientos, debemos estudiar los resultados de ese proceso y entonces
analizar los resultados. Si los resultados son pobres, debemos refinar nuestra aplicación de lo que sabemos y tratar de nuevo. Finalmente, si tratamos, observamos, refinamos y volvemos a tratar, nuestro conocimiento invariablemente nos producirá resultados valiosos y admirables y con alegría y los resultados de nuestros esfuerzos, continuamos aplicando, refinando, aprendiendo y observando hasta vernos envueltos en una espiral de logros y progreso y el éxtasis de esa experiencia total resulta en una vida de triunfo sobre la tragedia, el aburrimiento y la mediocridad, pero para que todo ese proceso nos sirva, debemos primero dominar el arte de la disciplina; de la disciplina constante. Se necesita un esfuerzo humano constante y disciplinado para dominar la magia de fijar metas o los resultados serán esporádicos y evasivos. Se necesita un esfuerzo humano constante y disciplinado para verdaderamente manejar nuestro valioso tiempo o nuestros intentos inconstantes encontrarán que nuestro tiempo nos lo están robando sutilmente aquellos hacia los cuales nos sentimos obligados o cuyas exigencias incesantes son más fuertes que las nuestras.
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