12 nov 2013

Cómo enseñar a los niños tener sentido por la vida


Hazel González Hernández
Psicóloga Clínica


Hazel González Hernández
Psicóloga Clínica


Al hablar de niños y niñas, el sentido que ellos y ellas pueden tener por la vida implica diversos puntos de vista, sin embargo, diferentes estudios señalan que el factor de mayor enseñanza e influencia en la vida de ellos son su papá y mamá.

Los menores de edad aprenden de muchas maneras y una de ellas es el “modelaje”, en otras palabras, cuando los padres dan palabras y mensajes cuyo contenido está cargado de positivismo ellos aprenden a vivir con motivación.

Como dice el refrán “los hijos son el reflejo de cada hogar”, la frase anterior es muy útil, ya que los padres son los mayores responsables de que los niños y las niñas vean la vida con un sentido positivo, ya que papá y mamá son los primeros en enseñarles a los infantes:
-La motivación.
-El planeamiento.
-Los valores.
-La comunicación.
-El amor.
-La moralidad.
-La auto aceptación.

No obstante, hay hábitos de los padres y madres que influyen de manera negativa en la relación de padres e hijos, como lo son:
-Excesiva cantidad de tiempo dedicada a sus trabajos.
-Poca cantidad de tiempo para compartir con los hijos e hijas.
-Poca comunicación.
-Rutina diaria.
-Problemas económicos.
-Entre otros.

Esto factores hacen que los padres desarrollen relaciones disfuncionales con sus hijos; y algunos de los mensajes que se pueden trasmitir son:
-Mensajes del lenguaje corporal que no son acordes con el lenguaje verbal.
-Comunicación poco clara entre los miembros de la familia.
-Poco o nada de tiempo a actividades familiares como leer un cuento, ver dibujos animados, dibujar o pintar juntos.
-Hablar en forma de mandatos y no de manera agradable.
-Menospreciar en opiniones, porque se crea que los niños no van a tener una opinión relevante.
-Disciplinar de una manera inadecuada. Todo se castiga, no hay negociaciones o no flexiones sobre los diferentes comportamientos de los niños. Se utiliza el grito para solucionar conflictos.
-No dedicar tiempo al contacto físico como abrazos, a palabras de afirmación, para validar sentimientos.
-Se hacen comentarios sarcásticos, y se generaliza “que raro siempre Pablito…”
-Comparar con otros niños de su alrededor.
-Hacer promesas que no se cumplen. Esto genera desconfianza para la próxima vez que me prometan algo.

Es por eso que los padres y madres deben de enseñar con el ejemplo; ¿pero de qué manera? Es importante que desde el hogar se cultive y practiquen valores, ya que este es uno de los puntos más importantes dentro de la crianza, porque les da herramientas para afrontar la vida y sus retos.

Los valores son fundamentales en la vida de los niños ya que contribuyen a la formación del carácter y poco a poco va regulando el comportamiento moral de ellos y lo mueven a presentar conductas adecuadas. En el momento que los niños y niñas vayan interiorizando los valores, se ve como ellos le encuentran sentido a sus vidas, al tener estructuras claras y sanas que les sirvan de guía.

En este aspecto los pequeños deberían observar comportamientos ejemplares en las personas que más admiran y aman, es decir, su padre y madre. Si ellos continuamente critican, condenan o humillan, los niños asumirán esta actitud hacia sus semejantes y sus propias vidas. Para que los hijos e hijas sigan sus enseñanzas, es necesario que los padres sean un modelo positivo y digno de imitar, que les permita a ellas y a ellos identificarse con sus principios.

No se debe de dejar de lado varios consejos para los padres o encargados al enseñar a los niños a sentirse motivados:
-Hacerlos sentir amados/as y aceptados/as.
-Que vale la pena vivir.
-Que saben manejar la frustración.
-Que se le validan sus emociones, sin ser señalados.
-Que como seres integrales se les enseña una espiritualidad que da sentido a la vida del ser humano.
-Entrenarlos en el hogar para las relaciones personales fuera de casa.
-Escucharlos en el hogar, abriendo espacios para el diálogo.
-Que observen un buen ambiente en las relaciones con sus padres y hermanos.
-Que encuentren sentido al esfuerzo y responsabilidad, aprendiendo que vivir bien requiere también de trabajo diario.
-Que desde muy pequeños se les enseñe a formar la voluntad (valor que debe de estar presente en la disciplina que requiere la vida).
-Que disfrutan la calidad de vida y no se dedican solo a acumular cosas y obtener todo lo que desean.
-Actitudes positivas para que aprendan a ser optimistas.
-Que se automotiven.
-Buena autoestima.
-Que establecen metas a corto, mediano y largo plazo.
-Que aprenden a soñar, darle forma a esos sueños y convertirlos en realidad.
-Que participen de actividades recreativa y tomar una disciplina adecuada de ellas por medio de las reglas y los turnos en los juegos.

Estas son algunas de las acciones más comunes que tanto, padres, madres, y encargados en general, deben de trasmitir a los chicos y chicas y así sembrar un enfoque positivo de la vida en su forma de ver el mundo. No se basa en lujos, sino en apreciar y disfrutar la vida tal cual es, asumiendo sanamente sus limitantes y sus destrezas.

Ahora bien, debemos practicar todo lo anterior sin dejar de lado el autoconcepto; este se construye desde el vientre y debe de contener respeto y confianza, pilares que serán soporte en el desarrollo emocional de los niños, niñas y preadolescentes.

Es importante tomar en cuenta cuando los niños asisten a los centros educativos, los profesores hacen su parte dando lecciones positivas, pero dichas lecciones solo tienen una influencia profunda y terminante siempre y cuando sea eco de los que se les enseña en casa.

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