Uno de los principales obstáculos que impide a las personas ser completamente felices son las preocupaciones, ya sean causadas por un familiar, amigo, conocido o algún tipo de circunstancia ajena a nuestro control. Tomemos el ejemplo de un gran buque en donde el capitán, con solo presionar un botón, puede aislar varios de sus compartimentos.
Aunque de primera mano suene un poco drástico y nuestro viaje sea más largo que el de un buque, es importante que aprendamos a manejar la maquinaria que nos permita vivir en compartimentos del día a día y carecer de preocupaciones, como forma de garantizar la seguridad del viaje de nuestras vidas.
Cuando sea necesario, debemos presionar el botón y detenernos a ver como el compartimento se cierra aislándonos de las preocupaciones que amenazan con robarnos nuestra felicidad, tanto del ayer, muerto, como del futuro, que aún no ha nacido. De este modo, quedaremos seguros para vivir el presente.
Trabajemos hoy de forma excepcional. Es necesario cuidar el mañana por todos los medios, meditando, proyectando y preparándose. Pero sin ansiedad ni preocupaciones.
Cuando sintamos que las inquietudes adquieren protagonismo, y el estrés se apodere de nosotros, debemos detenernos y pensar: un paso a la vez, una tarea cada vez.
Cuando nos preocupamos por algo que puede ocurrir en el futuro, por regla general, aquello que nos inquieta y creemos que puede pasar, nunca pasa. Al preocuparnos, tendemos a exagerar la situación. De igual forma, alarmarse por algo inevitable es como intentar vaciar el agua del mar. ¡Imposible! Es inútil preocuparse por lo que no está en nuestras manos.
3 Pasos Para Eliminar Las Preocupaciones
Ésta es una receta rápida y fehaciente para enfrentar situaciones de preocupación, que podemos empezar a utilizar desde hoy.
Paso #1: Analiza la situación que te angustia valientemente y con honradez. Teniendo en cuenta en qué puedes influir y en qué no.
Paso #2: Acepta la situación, cualquiera que sea, tengas control o no sobre la misma. Acéptala con serenidad.
Paso #3: Actúa congruentemente. Si puedes de cierta manera influir en dicha situación y resolverla, hazlo, ¡solo actúa!
Por ejemplo, si tu hijo no llega a casa, y estás preocupada preguntándote dónde puede estar, luego que cumpliste el proceso, la única acción posible que tienes es llamarlo, ¡hazlo! Si no consigues contactar por teléfono, la situación se escapa de tus manos, y pierdes mucho en preocupaciones innecesarias. En este caso, cuando aparezca, habla con él para que la próxima vez mantenga el teléfono disponible.
Una de las principales claves para eliminar las preocupaciones de tu vida es vivir en el presente. Si vives el día a día, las preocupaciones se mantendrán alejadas de ti.
Deja de preocuparte por lo que no tienes y aprende a valorar lo que sí tienes. Las preocupaciones por las cosas que no tenemos es un veneno que paulatinamente nos va matando.
Cuando la vida le entrega un limón a una persona, lo más probable es que se desespere por las preocupaciones derivadas, y solo considere lo amargo de la situación, llegando a pensar que está derrotado.
En cambio, una persona que no se preocupa, si la vida le entrega limones, lo más seguro es que haga una limonada, dejando su vida libre de preocupaciones y con una actitud positiva.
El 70% de los pacientes que acuden al médico podrían curarse por sí mismos con solo eludir las preocupaciones. Esto no significa que sus enfermedades sean imaginarias, son tan reales como un terrible dolor de muelas. Sin embargo, enfermedades como la indigestión, úlceras estomacales, perturbaciones cardiacas, insomnio, jaquecas y algunos tipos de parálisis son en gran parte producto del estrés.
Por el bien de nuestro cuerpo y de nosotros mismos, es importante aplicar esta fórmula para zafarse de las preocupaciones y así saber cómo ser feliz
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