10 ene 2015


¿Eres de esas personas que aprietan el botón Snooze del despertador todas las mañanas? ¿Llegas al trabajo con cara de Zombie y hasta que no te tomas un café no te activas? En este artículo te proponemos 7 hábitos matutinos que te transformarán en una persona mucho más productiva el resto del día.
Si piensas que no vas a ser capaz de llevar esta rutina durante mucho tiempo, no te preocupes, inténtalo durante 30 días y verás que no querrás volver a tu rutina anterior. ¡Adelante, comenzamos con el punto número uno!

1. Despiértate 20 minutos antes.

Está comprobado que el rendimiento de una persona es mucho mayor por las mañanas que por las noches. Aunque pueda resultar duro al principio, es mejor despertarse todas las mañanas 20 o 30 minutos antes, aunque sea a costa de acostarse más temprano.
Estos 20 minutos pueden generar un gran rendimiento si se aprovechan de forma eficaz: conseguirás activar tu cuerpo y tu mente, tener un día más productivo y ser un poquito más feliz. Podrás hacer un poco de ejercicio, meditar sobre los objetivos del día y disfrutar adecuadamente del desayuno.
La Universidad de Toronto realizó un estudio en 2013 publicado por la revista Emotion que reveló que los madrugadores reportan mayores niveles de satisfacción, bienestar y productividad. Esto se debe a que su reloj biológico se adapta más rápido a las actividades sociales posteriores.
Y es que ya lo decían nuestros abuelos: “A quién madruga dios le ayuda”.

2. Despierta con música.

La mañana es la parte del día en la que nuestro organismo está más predispuesto a la estimulación de nuestro entorno, es por ello que las mañanas son un buen momento para meditar, reflexionar y escuchar música. Muchos estudios revelan que escuchar música tiene grandes beneficios en nuestro desarrollo personal.
Despertarse todas las mañanas con música potencia el razonamiento abstracto, mejora la capacidad de aprendizaje y reduce la ansiedad. Casi todos los estilos musicales aportan dichos beneficios, pero la música instrumental y la música clásica son las más avaladas por los estudios de universidades de todo el mundo.

3. Haz la cama todos los días.

Aunque parezca algo trivial, hacer la cama todos los días es un hábito muy beneficioso. Las madres no son las únicas que opinan esto, los cuerpos militares dan buena fe de ello y es lo primero que hacen todas las mañanas.
Y esto tiene un sentido lógico, y así es como lo explicó en la Universidad de Texas el Almirante McRaven (de la Marina de los Estados Unidos):
“Si haces la cama todos los días, estarás despertando continuamente con una tarea cumplida. Esto aporta un pequeño sentimiento de orgullo que te empujará a realizar la siguiente tarea y la siguiente después de esta”
Al final del día, podrás comprobar como una pequeña tarea completada se habrá convertido en muchas tareas completas. Además, hacer la cama, refuerza el hecho de que las pequeñas cosas también importan”

4 ene 2015

Dormir, que sucede? engorna o adelgaza

Solemos oír que dormir mucho hace que gastemos menos calorías y, por lo tanto, se acumule más grasa. No obstante, esto no es así. Mientras dormimos seguimos quemando calorías, ya que el cuerpo requiere energía para seguir con sus funciones básicas. Por lo tanto, dormir no engorda, sino que adelgaza, siempre que trate de un sueño profundo y de calidad y durante un número de horas justo, ni mucho ni demasiado poco.

La ghrelina

En las ocasiones en que dormimos poco nuestro cuerpo compensa las horas de sueño perdidas acumulando grasa, aumentando las reservas de nuestro cuerpo. Por lo que, la sensación de hambre aumentará, ya que cuando dormimos poco producimos ghrelina, una hormona que aumenta el apetito. Además, ayuda al almacenamiento de lípidos en el abdomen, una grasa que cuesta mucho de eliminar.
helado apetitoso
Debemos dormir bien, ya que, no sólo quemamos calorías -porque nuestro cuerpo aunque descansa, sigue quemando para mantener las funciones vitales para el cuerpo- sino que también nos proporciona energía para el nuevo día. Además de no producir tanta ghrelina.

La hormona del crecimiento

Cuando dormimos también producimos la hormona del crecimiento, incluso cuando somos adultos. Esta hormona se encuentra en mayor medida en los más jóvenes, niños y bebés. Acelerar el metabolismo y ayudarnos con la quema de grasas son dos de los efectos que tiene esta maravillosa hormona que nos asalta durante el sueño.
deportista
Los adultos que más producen esta hormona son los deportistas, especialmente los profesionales, ya que la necesitan para regenerar las células musculares de su cuerpo. Es por eso que muchos de ellos defienden el hecho de dormir bien y durante las horas que tocan, ya que resulta muy beneficioso para su organismo.
Con esto entendemos que, cuando dormimos, seguimos quemando calorías, ergo adelgazamos y si, además, lo combinamos con hacer ejercicio, nos encontramos con una suma ganadora.

¿Cuánto debemos dormir?

No existe una cantidad de horas estipuladas para todo el mundo, ya que cada ser humano tiene unas necesidades distintas, que cambian a lo largo de su vida. Por ejemplo, los bebés pueden llegar a dormir hasta 18 horas al día. No obstante, cuando somos adultos esto se vuelve imposible, no sólo por nuestras obligaciones, sino porque el cuerpo se despierta por sí solo.
bebé durmiendo
Para saber cuál es tu necesidad de sueño, puedes aprovechar un día de fiesta o de vacaciones para dormir sin poner una alarma y descubrir cuántas horas has empleado. Esas serán las que necesita tu cuerpo por norma general. De todas formas, algunos expertos aseguran que lo ideal es dormir entre unas 6 y 8 horas, sin superar las 10 horas.
En cualquier caso, llegamos a la conclusión de que, curiosamente y en contra de lo que hemos oído tantas veces, dormir ayuda a adelgazar por las hormonas que segregamos y siempre que se haga en una medida razonable y con una buena calidad

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