4 nov 2014
Dormir al lado de una mujer mejora el sueño de un hombre, pero resulta que ellos en realidad interrumpen nuestro sueño. Corine Sweet, sicóloga y terapeuta de parejas, dice que algunas posturas comunes al dormir son particularmente reveladoras y constituyen una buena manera de medir el nivel de conexión que existe entre los miembros de una pareja.
La cuchara sexy
Muchísimas parejas suelen adoptar esta postura una vez que se sienten cómodas con su relación. "Significa que están relajados y en total intimidad con la compañía del otro", opina Sweet. "También es una señal de que disfrutan de una dinámica saludable".
Romeo y Julieta
"Abrazarse mientras están totalmente entrelazados es una posición intensa, y casi siempre ocurre tras el sexo", anota Sweet. "Indica que están locamente enamorados y tienen una perfecta conexión sexual. A menudo se adopta en los primeros tiempos de una nueva relación".
La cabeza sobre los hombros
Presta atención: con frecuencia, esta postura indica quién lleva los pantalones en la pareja. "Si él apoya su cabeza en tus hombros, revela que está en contacto con tu lado femenino, y que tú eres flexible con el rol que desempeña cada uno de ustedes durante el sexo", explica Sweet. "Otra señal de que él está feliz renunciando al poder es que te deje acostarte con las piernas abiertas en la cama y se acomode al lado tuyo".
La distancia divisoria
El 27% de las parejas duermen así, usualmente después de abrazarse. "Lejos de indicar una pérdida de intimidad, a menos que hayan discutido, eso sugiere que son independientes, están seguros de su relación y no necesitan vivir pegados como siameses para sentirse emocionalmente conectados. Las parejas más unidas mantienen parte de sus cuerpos en contacto o se toman de la mano".
La aventura de una noche
"Dormir con una nueva pareja es muy diferente de ser parte de una relación estable, y muchas persona duermen separadas y boca arriba", señala Sweet. "Esta pose es defensiva y sugiere que se sienten vulnerables; literalmente, se están cubriendo las espaldas. No hay señales de una conexión emocional profunda entre ellos, pero es posible decir quién está más entusiasmado, fijándose en cuál de los dos mantiene su lugar en la cama o se inclina o invade el espacio del otro
